Los inicios nunca son sencillos. Quizá gran parte de la hinchada del Barcelona Femení no recuerde los primeros momentos de un respetado entrenador como Jonatan Giráldez. Sus rotaciones sin sentido y su esfuerzo constante por encontrar la tecla que posteriormente le otorgó al Barcelona la absoluta gloria nacional y continental. Quizá por esa misma valentía el entrenador gallego es, a mi parecer, el mejor entrenador de fútbol femenino del planeta. Y si bien las comparaciones son odiosas, es imposible no realizar paralelismos con los inicios de Pere Romeu, el nuevo técnico del conjunto culé. Puedo pecar de catastrofista tachando como malo un inicio de temporada en el que hubo partidos en el que el equipo consiguió anotar nueve o diez goles por encuentro. Y si bien la Liga F es una competición infravalorada y absolutamente vejada por medios oportunistas―no niego la cantidad de talento que se genera en la competición―, parece ser un escenario muy cómodo para las blaugranas. Si bien todos lo...
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