En las calles de Manchester se respira un ambiente tenso desde la pasada temporada en la WSL. Hay una cierta inquietud entre los aficionados 'red devils', como la de un fenómeno paranormal, un caso inexplicable, un misterio sin resolver.
Comencemos hablando de certezas. La pasada temporada terminó con un Manchester United en 5a posición en la tabla, con apenas 35 puntos. Incluso un equipo en crecimiento como es el Liverpool consiguió quedar por encima, con 41 puntos. De hecho, el Manchester United, que la temporada anterior se había clasificado para la UWCL tras quedar en segunda posición a dos puntos de un Chelsea campeón, terminó la 2023/24 a 15 puntos de los puestos europeos, de ese Top-3 que se marcaron como objetivo.
Sin duda, estos resultados no fueron los esperados, no resultaron ser los prometidos por Marc Skinner a principios de temporada. Y hablando del rey de Roma, este es un artículo en el que destaparemos la realidad del entrenador inglés. Pero antes de ello, echemos un vistazo al corto y flojo desempeño del conjunto británico en la Champions League.
En competición europea, tampoco fue el año para las diablas rojas, tras caer estrepitosamente en la fase previa ante el Paris Saint Germain. En el partido de ida, Skinner tuvo la brillante idea, nótese la ironía. de alinear a Jayde Riviere, lateral derecha, de extrema. El United dominó el partido, pero no fue capaz de pasar del empate a 1. Pocas variantes tácticas por parte del míster, que cambiaría radicalmente el esquema de juego en la vuelta, con peor resultado. No solo fue el equipo francés el que dominó el partido, sino que el conjunto 'red devil' solo tiró a puerta en una ocasión. Tuvieron lugar unos cambios a destiempo y un desorden táctico que marcarían la campaña para el club de Skinner.
Más allá de los resultados, el técnico de 41 años es un tipo orgulloso, que nunca se ve como el problema. Ni siquiera se lo plantea, siendo incluso capaz de culpar de una derrota a sus propias futbolistas, criticando su nivel físico. Para empezar, la cuestión física la trabaja su staff y depende en parte de los entrenamientos que él comanda. Además, declarar que ese fue el motivo de la derrota cuando su equipo no chutó a portería en todo el encuentro demuestra que Skinner es capaz de cualquier cosa por mantener un puesto que no merece. Es incluso capaz de dejar en evidencia a sus jugadoras.
Por si no fuera suficiente con ello, Skinner es todo un personaje en las ruedas de prensa, en las que suele exculparse y es tildado de ser bastante 'populista. El inglés, tras la eliminación europea que comentábamos anteriormente, decidió criticar la mecánica del torneo, en la que grandes clubes se quedan cada año sin competir. Lo hizo de manera lícita y probablemente la mayoría de aficionados subrayaríamos esas palabras en otro contexto. Sin embargo, desde la afición se pidió una autocrítica que no llegó por parte del 'coach'. Seguro que en el vestuario también se habríá preferido un discurso de autoanálisis y crítica constructiva, y ese es uno de los motivos por los que las jugadoras del club pierden la confianza en el papel de Skinner.
Prueba de ello son las marchas de jugadoras como Mary Earps, Katie Zelem o Lucía García, que han perdido la confianza en un proyecto que, inexplicablemente, seguirá dirigido por un pésimo entrenador y gestor de grupo. Las incorporaciones de Elisabeth Terland y Simi Awujo son interesantes, pero a la vista está que los cambios que debe realizar el Manchester United no son precisamente de plantilla, sino de staff técnico.
Hablamos de un director técnico que no da oportunidades a ciertas futbolistas para demostrar su talento después de firmarlas, con el claro ejemplo reciente de Irene Guerrero, que apenas disputó tres partidos vestida de rojo. ¿Sabéis qué tuvieron en común las despedidas del club de todas las jugadoras mencionadas anteriormente? Ni una palabra sobre Marc. Agradecimientos y más agradecimientos, pero ninguno para un técnico protegido por la directiva. Gestos que hablan por sí solos.
Es imposible entonces que el club inglés decidiera renovar a Marc Skinner por su gestión del grupo, tan nefasta como su capacidad para dirigir a sus jugadoras en el terreno de juego. Por resultados, ya hemos visto que tampoco, y es que las derrotas por 1-3 en ambos derbis de Manchester, o pinchazos contra equipos como Leicester, Brighton o West Ham hablan por sí solas del rendimiento de la pasada campaña. Temporada que se cerró con una derrota humillante por 0-6 contra el Chelsea en la última jornada.
Entonces... ¿Cuál es el misterio de Marc Skinner? No es otro que el hecho de poder continuar en el Manchester United tras hacer decaer a un club en crecimiento. Destruir la ilusión de las 'red devils' se ha premiado con una renovación al alza. ¿Cómo es posible? Todo un misterio, pero antes visto en el contexto del fútbol femenino. Precisamente, por parte de altos cargos del estilo de Jim Ratcliffe, máximo accionista del club. Un hombre misógino, sin pelos en la lengua, que jamás está presente en los partidos del club, y que mantiene en el cargo a un hombre que le compra el discurso. ¿Misterio resuelto?
Por el bien del fútbol, esperamos que el Manchester United salga adelante de este bache puesto por los propios altos cargos del club y vuelva a competir por esos puestos de UWCL. Las jugadoras no lo tendrán nada fácil, con un entrenador en el que no se puede confiar y un contexto complicado para hacer lo que más aman, jugar al fútbol. Se les ha trasladado a barracones para satisfacer las necesidades de un equipo masculino que se quedó con sus instalaciones de entrenamiento. Se canceló la cena de final de temporada por los malos resultados del equipo masculino, hecho que dejó a cuadros a un equipo femenino que ve como el club gira alrededor de los hombres y que su entrenador, Marc Skinner, lo aplaude.
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