Si le preguntas a cualquier aficionado del humilde Linares Deportivo por Fermín López, esbozarán una sonrisa y recordarán al pequeño mago andaluz que se dejó caer por Linarejos. En tiempos de Lamine Yamal, debutante en el primer equipo del Barcelona a los quince años de edad; o Jude Bellingham, titular indiscutible en el Borussia Dortmund a los diecisiete, todo jugador que no es precoz no recibe el foco mediático. Y quizá este es el problema de un jugador como Fermín.
Fermín López Marín (El Campillo, 2003) no es un fuera de serie. Es uno de tantos jugadores criados en la cantera del Fútbol Club Barcelona. Soñando con un espacio en el primer equipo y subiendo por las categorías inferiores estando cada vez más cerca de su meta. A diferencia de otros jugadores blaugranas, entre ellos su gran amigo Pablo Gavira "Gavi", su ascenso a la élite no fue tan meteórico. Tras encontrarse con un Barcelona en el que las oportunidades no abundaban para él, decidió bajar al barro. Su elección no fue otra que el Linares Deportivo, club de Primera Federación.
Fermín López en un partido con el Linares Deportivo | Mundo Deportivo
Doce goles en cuarenta y dos partidos con el club jienense le hicieron ganarse a su afición, así como una oportunidad en la pretemporada, viajando con el primer equipo a Estados Unidos. Entre tantos canteranos que buscaban su lugar, el míster Xavi Hernández lo hizo debutar en el amistoso ante el Arsenal; sin embargo su momento no llegaría hasta el clásico contra el Real Madrid. El gol y la asistencia repartidas en ese partido demostraron que Fermín es especial.
Fermín López celebrando un gol con el Barcelona | MuyDeFútbol
Jugar en la misma posición que fueras de serie como Gavi, Pedri, Gündogan o De Jong relegaron su papel en el primer equipo del Barcelona al banquillo. Parecía que ahí estaría el techo del onubense. Mas las lesiones de jugadores claves en su posición y la falta de acierto del club blaugrana fueron artífices de un Fermín que cada vez se sentía más cómodo en el terreno de juego. Que combinaba su técnica con el alma de un gladiador que lo da todo en cada partido. Fermín conoce las categorías inferiores, sabe lo que es luchar por tener una victoria. Y quizá por eso es tan especial en un Barcelona sin alma.
Su gran temporada con el Barça le dio un ticket para la Eurocopa. Si bien formó parte del gran equipo español que se hizo con el título, otra vez fue relegado al banquillo. Jugadores como Rodri, Fabián, Pedri, Olmo o Merino contaron con la completa confianza de Luis de la Fuente. Desde el banquillo y con pocos minutos, Fermín celebró su primer título europeo. Otros jóvenes destacaban con sus clubes, él no. Parecía que fuese el único que tuviese un techo. Pero con los Juegos Olímpicos llegó su momento.
Fermín López con la Rojita | FC Barcelona Noticias
Tras una participación anecdótica en la Eurocopa, entró en la lista de Santi Denia para los Juegos Olímpicos de París. Una selección española que en absoluto partía como favorita, nombres desconocidos para el público mayoritario y la sombra del equipo sénior que levantó el trofeo días atrás. No parecía un buen panorama para Fermín y sus compañeros, pero quién si no él nos daría un motivo para soñar. Sus seis dianas―incluyendo dos en la final ante la Francia de Thierry Henry―le dieron a la Selección Española un oro, el primero desde Barcelona 1992.
Fermín López no es un fuera de serie. Pero en un fútbol moderno que premia la precocidad, es un completo gladiador y un jugador especial. El héroe inesperado de todo un país.
¿Wirtz? ¿Musiala?, no, gracias. Tenemos a Fermín.
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