Tras haberse cerrado los tres grupos anteriores, todavía quedaban unos dos últimos partidos, los correspondientes al Grupo D. El grupo de la muerte, en el que tres selecciones fuertes como Inglaterra, Francia y Países Bajos debían conseguir las dos únicas plazas para pasar de ronda en el torneo. Parecía antes de comenzar el torneo ser el grupo más divertido, y sin duda no decepcionó. Y menos en la última jornada.
Países Bajos estaba contra las cuerdas tras perder contra Inglaterra, siendo muy notables sus ganas de demostrar su valía nada más comenzar el primer tiempo. Con un 11 extraño, en el que jugadoras como Vivianne Miedema o Esmee Brugts comenzaban desde el banquillo, confiando por una formación extraña y con jugadoras menos comunes para el sistema de Jonker. La diferencia de goles estaba en su contra, por lo que debían salir con ganas de la remontada. Debían echar a una Francia que parecía que no tenía errores, pues era casi imposible confiar en una Gales que ganase a Inglaterra. Dependían de ellas mismas, y así lo hicieron saber.
Las primeras ocasiones fueron para las neerlandesas. Unas increíbles Danielle Van de Donk y Victoria Pelova servían de extremas y centrocampistas a la vez en un inédito 4-4-2, dotando al combinado neerlandés del control de la pelota. A diferencia del resto de partidos, no se forzaron las situaciones de uno contra uno, sino las carreras al espacio y regate de sus dos delanteras. Chasity Grant y Lineth Beerensteyn debían mantener el balón y generar en las pocas ocasiones claras de las que iba a disponer su equipo.
Con las neerlandesas volcadas al ataque, a Francia le costó encontrar su juego y sentirse cómoda en un partido de idas y venidas. No controlaban el balón ni la posesión, pero su primera ocasión clara fue suficiente para adelantarse en el marcador. Marie-Antoinette Katoto consiguió conectar con Sandie Toletti, y la del Real Madrid ponía el primero en el marcador en el minuto veinte y dos. Francia se gustaba, y trató de generar más peligro en el primer tiempo, pero Países Bajos no dudó en tomar la delantera de nuevo.
Las francesas parecían no tener interés por jugar el partido de la mejor manera. Primero la incansable Victoria Pelova marcó un golazo histórico, para luego Selma Bacha tener la mala suerte de empujar el balón hasta las mallas de su propia portería. Las galas mostraban una actitud pasota, sabiendo que tenían mucho tiempo para remontar, y matemáticamente eran casi equipo de cuartos de final. Aunque las neerlandesas dispusieron de más oportunidades, no ocurrió nada más en la primera mitad. El partido estaba igualado, y la Oranje confiaba en asestarle un golpe definitivo a las de Bonadei en la segunda mitad.
El partido estaba igualado. Claro está, hasta que Francia quiso. Podría hacerse una crítica más a fondo del juego de las galas, de cómo no consiguieron conectar con su mejor versión por un increíble juego colectivo del conjunto neerlandés, pero sería tergiversar una historia que fue la que fue. Los minutos pasaban, y una decidida Delphine Cascarino debió pensar que era momento de dejar de hacer el ridículo. Primero con un pase a Katoto, y luego con dos goles en jugadas personales en apenas ocho minutos, consiguió no sólo remontar el partido, sino matar por completo el Goal Average del equipo contrario, que evidentemente no era consciente del resultado de Inglaterra. Tras anotar los tres goles, las francesas levantaron el pie del acelerador, en un partido que adornaron con un 2 a 5 en el tiempo de descuento. Se había terminado, tres partidos ganados y líderes del grupo.
Francia gusta y se gusta. Con un juego eléctrico, un equipo con ganas de demostrar su valía y un status completo de favoritas junto a España, nuestro país vecino se enfrentará a una abatida Alemania en cuartos de final. Su lado del cuadro no es sencillo, mas es un país que podrá intentar lo imposible. O eso nos han demostrado durante todo este torneo. Siempre que mantengan la cabeza centrada y no se despisten a mitad de los partidos, pues no todos los rivales van a ser tan inocentes como esta selección de los Países Bajos, podemos estar hablando de unas posibles campeonas. Sea como sea, sin duda es una de las selecciones a seguir en este torneo.
Por supuesto, en todos los aspectos de la vida hay una parte buena y una no tan buena, y quizá ese papel le corresponde aquí a un señalado conjunto neerlandés. Sea por la falta de recambio generacional, por la poca efectividad de sus planteamientos o porque los mejores tiempos ya han pasado, es un torneo que debería servir de reflexión a las Oranje. Con decisiones cuanto menos cuestionables, como no solo la suplencia sino la falta de oportunidades para Miedema en este partido, o rotaciones innecesarias; en todo grupo de la muerte hay alguna selección que sufre las consecuencias. Y, en este caso, fue el turno de Países Bajos. ¿Mató el grupo a Países Bajos o era todo la crónica de una muerte anunciada?, sea como fuere, nos despedimos de una selección histórica más temprano de lo que deberíamos.
EQUIPOS:
PAÍSES BAJOS (4-4-2): Van Domselaar; Wilms, Spitse (Dijkstra 84'), Janssen, Casparij; Van de Donk (Egurrola 84'), Roord (Kaptein 68'), Groenen, Pelova (Jansen 90'); Grant (Brugts 68'), Beerensteyn.
FRANCIA (4-3-3): Peyraud-Magnin; Bacha (Bogaert 71'), Sombath ( 79'), Samoura, De Almeida; Karchaoui, Toletti (Geyoro 59'), Jean-François; Baltimore, Katoto (Matéo 71'), Cascarino ⭐ (Diani 71')
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